Gracias al esfuerzo conjunto de autoridades ambientales, organizaciones de la sociedad civil y universidades, fueron liberados tres lobos mexicanos (Canis lupus baileyi), en la Reserva de la Biosfera Janos y en el Área de Protección de Flora y Fauna Campo Verde, al noroeste de Chihuahua.
De esta forma se busca que la población de lobo mexicano, que en los últimos años pasó de extinta en el medio natural a en peligro de extinción, siga creciendo y recuperándose en vida silvestre, después de que en los años 70 se promovió su exterminio.
Los tres ejemplares portan collar de telemetría satelital para monitorear su actividad y desplazamiento, en un trabajo que se realiza entre los gobiernos de México y Estados Unidos.
En la rehabilitación conductual y preparación de los lobos mexicanos críados en cautiverio participan expertos de la Universidad Autónoma de Querétaro y la colaboración del Fondo para el Medio Ambiente Mundial (GEF, por su sigla en inglés) y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en México.
Hasta ahora, se estima han nacido 11 manadas en vida libre, lo que es un logro para el Programa de Acción para la Conservación de la Especie (PACE) y la implementación del Programa para la Protección y Restauración de Ecosistemas y Especies en Riesgo (PROREST).
Actualmente hay una población de alrededor de 190 lobos en vida libre en México y Estados Unidos.
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