Con goles de Mohamed Salah y Divock Origi, los Reds vencieron 2-0 al Tottenham Hotspur y conquistaron la sexta "Orejona" de su historia en el Estadio Wanda Metropolitano.
Los ecos del himno de la Champions League, así como el minuto de aplausos a la memoria del futbolista español José Antonio Reyes, todavía no se diluían del todo en el recinto madrileño, cuando Liverpool ya estaba adelante en el marcador, para sorpresa de todos.
Fue el ariete egipcio Mohamed Salah con un fogonazo a la izquierda del arquero francés Hugo Llorois el que provocó la explosión de júbilo de los 17 mil partidarios de los Reds en el Wanda Metropolitano.
Tras la sacudida por el gol de vestidor, los Spurs recuperaron la concentración y buscaron con largos servicios acercase al marco del brasileño Allison Becker, pero sólo facilitaron el trabajo del cuadro bajo de los Reds.
Con el correr de los minutos ambos conjuntos buscaron acercarse con claridad al marco rival, pero una mala conducción del coreano Heung-Min Son dejó en promesa una ataque del Tottenham; mientras, la respuesta se presentó con un disparo lejano y desviado de Trent Alexander Arnold.
En esas estaban, cuando una mujer irrumpió en el terreno de juego, pero su loca carrera terminó con la intervención de la policía; minutos de respiro en una batalla que se niveló de a poco, aunque proliferaron las imprecisiones, más del cuadro bajo el mando de Mauricio Pochettino.
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