Hace unos días varias organizaciones de la sociedad civil y representantes del pueblo indígena Tohono-O'odham de Sonora, México, solicitamos el estatus de "En peligro" para un sitio del Patrimonio Mundial de la Unesco situado en la frontera amenazado por el muro fronterizo del presidente Donald Trump.
La petición que sometimos ante la Unesco argumenta que el muro "impenetrable" de 10 metros de altura, propuesto por Trump, bloqueará la migración de la fauna y amenazará a las especies en riesgo que habitan en la Reserva de la Biosfera El Pinacate y Gran Desierto de Altar, Sonora, designada en 2013 como Patrimonio Mundial ante la Unesco y ubicada en la frontera de Estados Unidos y México. Esto, en reconocimiento a la extraordinaria biodiversidad del área, incluyendo la vida silvestre del desierto que evolucionó durante millones de años cruzando libremente la frontera entre ambos países.
Y es que, bajo la Convención del Patrimonio Mundial, un sitio puede ser catalogado como "en peligro" si "proyectos de desarrollo" u "obras públicas importantes" amenazan los valores naturales que el sitio fue designado para proteger. Es por ello que contar con esta categoría enfocará la atención internacional en el sitio de El Pinacate y Gran Desierto de Altar y su hábitat, así como las amenazas ecológicas y culturales que tiene la construcción de un muro fronterizo.
Muchos de los animales amenazados que viven en esta Reserva de la Biosfera no existen en ninguna otra parte del mundo. Como el berrendo sonorense, el segundo animal terrestre más rápido del mundo, que ha sufrido severos descensos en su población, con solo alrededor de 975 animales existentes en la actualidad y, además está catalogado en peligro de extinción.
Este tipo de mamíferos requieren vastas áreas de rango abierto para buscar alimentos, especialmente en períodos secos; rara vez saltan incluso las vallas bajas, y el muro propuesto de 10 metros de altura presentará una barrera infranqueable. Además, se afectaría a los jaguares, también en peligro de extinción, al borrego cimarrón e incluso al tecolote bajeño que se caracteriza por volar bajo, a no más de 1.5 metros de altura.
El muro también amenaza la movilidad de los pueblos indígenas Tohono O'odham, que históricamente habitaron el Sitio de El Pinacate y Gran Desierto de Altar, y cuyas tierras tradicionales están divididas por la frontera México-Estados Unidos. El Pinacate es sagrado para el Tohono O'odham, y el sitio se usa regularmente para propósitos ceremoniales, incluyendo una sagrada peregrinación de sal a través de la frontera con el Golfo de California de México.
Con el muro de Trump se prevé que destruya completa y permanentemente su modo de vida, afecte sus prácticas culturales y su ceremonia de sal y peregrinación, su colección de plantas medicinales, visitas a sitios de entierro y sitios de cuevas sagradas, y vida vegetal.
El muro no solo divide países y gente, sino a las especies que no necesitan pasaporte para transitar. Si se construye, el muro amenazaría los ecosistemas de Sonora y Arizona y a las especies que estamos compartiendo entre ambas naciones.
* Este contenido representa la opinión del autor y no necesariamente la de Algo Que Informar.
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