Una enfermedad zoonótica es un padecimiento que puede transmitirse entre animales y seres humanos. Las enfermedades zoonóticas pueden ser provocadas por virus, bacterias, parásitos y hongos. En el caso del COVID-19, todo apunta a que fue un virus que saltó del murciélago en el mercado de Wuhan hacia un humano. Ante esto, China, el mayor importador y exportador de especies silvestres, y en peligro de extinción, ya prohibió la compra de animales silvestres, mientras que en México seguimos comercializándolas.
El crimen ambiental mundial tiene un valor de entre 70 mil millones y 213 mil millones de dólares anuales. Cada año, se extrae una gran cantidad de animales silvestres con fines comerciales dentro y fuera del país, principalmente para ser utilizados como mascotas, alimentos o como ingredientes para diferentes productos.
En México, miles de animales silvestres y exóticos se comercializan como animales de compañía en mercados, tiendas de mascotas, comercio electrónico y vendedores ambulantes, que son el destino final de una red más compleja. De todo el comercio ilícito de vida silvestre en México, las aves y reptiles utilizados para mascotas son los más recurrentes, sin embargo la Profepa también ha hecho decomisos de monos, tigres, jaguares, mapaches, entre otros.
México ya tuvo su Wuhan con el H1N1 hace 10 años, y a pesar de ello, tenemos mercados y comercio electrónico activo donde se trafíca con especies de animales, y que junto con los servicios de paquetería, siguen siendo consideradas actividades esenciales. Lo que quiere decir es que hoy en día es posible comercializar fauna silvestre por paquetería. A pesar de la pandemia.
El mercado de Sonora es uno de los mayores centros de recolección y distribución para la venta ilegal de especies silvestres y protegidas en la Ciudad de México. El área de venta de animales, tiene cinco corredores cuyos lados son pequeñas tiendas de mascotas. Las ventas de mascotas exóticas incluso se publicitan en la página web oficial. Y también es conocido como un lugar donde la fauna sufre condiciones de maltrato.
El mercado de San Juan Pugibet es mejor conocido por la venta de carne poco común como ciervo, cocodrilo, león, tigre, canguro, cordero, cabra, conejo, cerdo salvaje, faisán, armadillo y todo tipo de especies exótica en general.
Quédese en casa y pida entrega a domicilio.
En este lugar se han incautado huevos de tortuga marina, que se ofrecen en 200 pesos, además en años pasados se encontró un cocodrilo vivo de un metro de largo caminando por los pasillos.
Ubicado en el municipio de Guadalcázar de San Luis Potosí, Charco Cercado es otro mercado donde Profepa ha encontrado especímenes vivos y muertos de serpientes de cascabel, águilas, pájaros, algunos felinos, así como cactus, sotoles y palmeras.
La mayoría (70 por ciento) provienen de localidades vecinas y el resto de Tamaulipas, Coahuila, Nuevo León y Zacatecas. Con anterioridad, se ha procesado penalmente a comerciantes por vender especies en peligro de extinción como búhos, y cientos de especies como cactus, carne de serpiente de cascabel, coyotes y pieles de lince, ardillas, mofetas, búhos, cernícalos, búhos enanos y buitres.
Hay otros mercados donde se han incautado mascotas como El Baratillo y San Juan de Dios, en Guadalajara. En el mercado de San Juan de Dios es posible encontrar loros ilegales de entre 800 y cuatro mil 500 pesos, y guacamayas y tucanes si así se solicita. En el Baratillo, se han incautado monos, orquídeas y aves. Profepa reconoció una red de denunciantes dentro y entre diferentes mercados de la ciudad que alertan la presencia de la policía.
El comercio insostenible de vida silvestre es la segunda mayor amenaza directa a la biodiversidad a nivel mundial, después de la destrucción del hábitat. Si no hemos querido reconocer este problema de biodiversidad, esperemos que se reconozca que es un problema de salud pública, como lo ha hecho China. Si queremos reducir la probabilidad de tener más pandemias, acabemos con el tráfico de fauna.
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aolivera@biologicaldiversity.org
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