El Archipiélago de Revillagigedo es comparado con las islas Galápagos debido a las características biológicas y oceanográficas especiales que comparten. La riqueza natural de estos sitios representan un paraíso para el buceo recreativo, pues es posible encontrar una gran variedad de peces de gran tamaño como los tiburones y las mantarrayas. También son ecosistemas marinos y terrestres oceánicos únicos que funcionan como un laboratorio viviente para la investigación.
Sin embargo, la política del gobierno mexicano a través de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp) busca debilitar y generar incertidumbre en la conservación de estas islas a través del cambio en la categoría del área natural protegida (ANP). Esto es, degradarla de "Reserva de la Biósfera" a "Parque Nacional", pero no todo es blanco y negro. Es por ello que vale la pena entrar a los detalles de esta nueva propuesta.
Para modificar una ANP es necesario seguir los mismos pasos que para crearla. Es por ello que hace unos días terminó la consulta pública del Estudio Previo Justificativo (EPJ), que es el primer paso. Este es un documento que funciona para "argumentar" la designación o cambio de categoría. Sin embargo, el EPJ del Archipiélago no cuenta con una argumentación jurídica sobre la necesidad de la modificación de régimen de protección, o sea, cambiar el ANP de reserva de la biósfera a parque nacional. Y lo que sí hace es generar incertidumbre y sospecha hacia la Conanp al buscar el cambio de régimen, pues más allá de extender el área, no se justifica este cambio.
Proponer un cambio régimen puede abrir las puertas al desarrollo turístico inmobiliario de las islas, lo cual se contrapone a la designación de Patrimonio Mundial de la UNESCO.
Y es que la diferencia entre ambas categorías, que están definidas en la Ley General de Equilibrio Ecológico y Protección al Ambiente, radica en que los parques nacionales dan una preponderancia para el desarrollo del turismo a través de una descripción vaga, discrecionalidad que sugiere que es el motivo real para justificar el cambio. Y si bien la Conanp niega este hecho, tampoco da motivos para el cambio de régimen. Así que proponer un cambio régimen puede abrir las puertas al desarrollo turístico inmobiliario de las islas, lo cual se contrapone a la designación de Patrimonio Mundial de la UNESCO.
Pero bueno, bien dicen que el diablo está en los detalles. Independientemente del cambio de categoría injustificado, y si las islas quedan bajo el designio de "Reserva de la Biósfera" o "Parque Nacional", el ANP necesitará un programa de manejo. Este documento es un instrumento importantísimo que debe establecer las reglas claras de las actividades que se permitirán dentro del polígono de protección, y que permitirán su gestión. Sin este, el ANP sería solo "de papel", al igual que muchas otras ANPs del país, en las que la intención de protección y regulación se trunca al sustentarse únicamente en un decreto de creación en el cual no hay reglas claras de las actividades prohibidas y permitidas.
También hay que considerar que independientemente que la designación quede en cualquiera de las dos categorías, tampoco garantiza una protección si el programa de manejo permite actividades no compatibles con la vocación del área. Y es que en México existen varios ejemplos. Tenemos "reservas de la biósfera" como el Alto Golfo de California donde se permiten métodos de pesca más destructivos como la pesca de arrastre y con chinchorros, y que a pesar de ser una ANP en esa categoría, no se ha logrado proteger a la vaquita marina.
También en Baja California Sur se encuentra la "Reserva de la Biósfera" Sierra La Laguna, en la cual la Secretaria de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) aprobó una de las actividades más depredadoras que existen en el planeta: la minería metalúrgica a cielo abierto. De hacerse el proyecto dejaría un cráter que podría verse desde el espacio.
Por otro lado tenemos el ejemplo del "Parque Nacional" de Cabo Pulmo, con un régimen de protección más débil, representa el mejor ejemplo de conservación marina en México, gracias al involucramiento de la comunidad, la ANP marina es ahora de las más productivas a nivel mundial.
Pero bueno, si bien el EPJ habla de la necesidad del plan de manejo, no hay garantía de que se vaya a publicar, como hemos visto en muchos otros casos. De las 187 ANPs que hay en país, solo el 40 por ciento cuenta con este instrumento de regulación, las demás son ANP de "papel" sostenidas solo de su decreto de creación. Y debido a esto la desconfianza en el cambio de régimen.
Es por ello que la nueva ANP deberá buscar los objetivos para los cuales es creada. La nueva designación no puede ser un retroceso en la conservación. Este gobierno tiene la oportunidad de convertir a este Archipiélago en un ejemplo internacional de turismo ambientalmente responsable, que pueda favorecer el aprovechamiento no extractivo de los recursos naturales, a través del turismo de bajo impacto.
* Este contenido representa la opinión del autor y no necesariamente la de Algo Que Informar.
Añadir nuevo comentario