El gobierno del presidente Peña Nieto ha hecho un esfuerzo importante para generar, en su arranque, una imagen de pluralidad, respeto a la institucionalidad y búsqueda de grandes acuerdos por el bien del país.
En este contexto se inscribe el esfuerzo para generar el “Pacto por México”, que hasta el día de hoy, ha dado ya importantes frutos para nuestro país, como la reforma en materia educativa, por mencionar la que considero más relevante.
Se dibuja en el horizonte una ruta importante de trabajo en materia de reformas nacionales, gracias a este mecanismo de trabajo y consenso en el que, por cierto, los principales partidos opositores, el PAN y PRD, han participado desde mi punto de vista de forma institucional, viendo por el bien de México, independientemente de los costos políticos que sus dirigencias puedan tener, aún al interior de sus organizaciones por apoyar las iniciativas de la administración federal.
Es interesante por lo mismo revisar lo que, en los hechos, en el ámbito local, está mandando decir el gobierno de Peña Nieto, por lo menos en Baja California. Nos preocupa sobremanera esta reflexión pues podemos estar ante una realidad de dos caras de la moneda.
El discurso nacional del presidente, de respeto, de pluralidad, no empata con lo que el mismo gobierno está haciendo a nivel local, en materia de nombramientos de delegaciones federales.
Advertimos en Baja California una estrategia totalmente controlada por el candidato a gobernador del PRI, en el nombramiento de delegados federales, que más que sumarle al reto técnico y administrativo de sus respectivas dependencias, parecen alinearse exclusivamente al manejo irregular del gobierno federal, en beneficio de la campaña del candidato del presidente Peña Nieto.
No es posible entender de otra forma estos nombramientos. Varios de ellos, Roxana Soto, Guillermo Aldrete y Enrique Acosta, entre otros, son operadores políticos de la campaña de Castro Trenti y hoy tienen a su cargo diversos programas fundamentales para el manejo de grupos vulnerables en nuestro estado.
Es fundamental que el gobierno de Enrique Peña Nieto fije con claridad su postura ante esta irregularidad. Si se busca, en verdad, un esquema de trabajo respetuoso, plural, incluyente, que le abone a solucionar las necesidades de México o, si como parece, se trata de un regreso al pasado, al pasado en donde el poder público se utilizaba para el beneficio propio y de grupo, para el beneficio del PRI y sus intereses particulares.
México no merece volver al pasado, México exige un futuro de democracia y respeto a las leyes.
Asuntos Generales
Asegura el diputado Manlio Fabio Beltrones que el estado de Baja California no recibió más recursos federales “porque su gobernador no gestionó adecuadamente más recursos para su estado”. Suponiendo sin conceder que esta aseveración sea verdadera, entonces qué pasa con la decena de diputados federales que, emanados del PRI, representan a nuestro estado? ¿Qué pasa con la gestión del propio candidato a gobernador del PRI, Castro Trenti, que en diciembre era diputado federal por nuestro estado? Significa entonces que los diputados federales del PRI de Baja California NO APOYAN A NUESTRO ESTADO ¿Sólo porque el gobernador es panista? Los bajacalifornianos reprobamos esta actitud de cerrazón y falta de solidaridad con nuestras necesidades.
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