En los últimos días se ha desatado un fuerte debate en Baja California, sobre el recorte de recursos que sufrió el gobierno estatal, en un fondo fundamental para el crecimiento de la infraestructura educativa. Como ex secretario de Educación de la entidad, en la primera mitad de la administración actual, me permito hacer las siguientes reflexiones.
El gobernador Osuna Millán ha insistido, desde su campaña política, en que la educación es el eje rector de su gestión y en los hechos, se ha fortalecido este sector de una forma que no tiene precedentes en la historia de Baja California. Sólo por mencionar un ejemplo, el programa “Beca Progreso”, ha permitido a las escuelas de educación básica, gracias a una aportación estatal de más de mil millones de pesos, contar con el presupuesto de operación que requieren, eliminando así, por primera vez en la historia y como única experiencia en todo el país, las cuotas de inscripción que los padres de familia tenían que aportar por cada uno de sus hijos.
Además hay que mencionar en justicia que Baja California es el estado que más recursos aporta de su presupuesto al financiamiento del sistema educativo, rebasando el 60 por ciento, lo que contrasta con entidades como el Distrito Federal, en donde el gobierno federal asume el 100 por ciento de este costo. De ese tamaño es la inequidad presupuestal en nuestro país.
Abonándole a esta disparidad, el gobierno federal castiga hoy a la juventud de Baja California, con una disminución de 56 por ciento en el “Fondo de Aportaciones Múltiples” que se dedica fundamentalmente a la construcción de infraestructura para escuelas primarias y centros universitarios.
Estamos hablando concretamente de más de 229 millones de pesos que NO RECIBIRÁN los niños y jóvenes bajacalifornianos para mejorar sus escuelas. Esto es INACEPTABLE desde cualquier punto de vista.
Hay que mencionar también que nuestro estado había recibido sostenidamente mayores recursos en este fondo en toda la administración del presidente Calderón, pasando en 2007 de 176 millones a 329 en 2012, en su componente de educación básica, por ejemplo. Los 125 millones que recibiremos en 2013, primer año de la gestión del presidente Peña Nieto, se quedan incluso 50 millones debajo ¡de lo que recibimos hace 6 años!
En la segunda parte de mi reflexión quiero referirme a la lamentable argumentación que hace el PRI, en voz de Manlio Fabio Beltrones, de su presidenta estatal, Nancy Sánchez y del Alcalde de Mexicali, Francisco Pérez Tejada, respecto a las causas de este decremento presupuestal.
En resumen, acusan la falta de gestión o cabildeo por parte del gobernador Osuna Millán en materia educativa. Independientemente de que el secretario de Gobierno de Baja California, Francisco García Burgos aclaró que el gobernador estuvo pendiente de las negociaciones presupuestales a fines del año pasado, mostrando incluso algunas fotografías de las reuniones del mandatario con el diputado Beltrones precisamente, considero que ante lo arrebatado del argumento, los propios priístas demuestran una gran responsabilidad en este problema.
Asumamos por un instante la veracidad del argumento: que el gobernador no gestionó este presupuesto ante el Congreso como lo acusa Beltrones. Se antojan de inmediato las siguientes preguntas:
1. El Presupuesto de Egresos del gobierno federal, en la administración de Peña Nieto, ¿Será entonces un botín destinado a la guerra de cabildeo, zalamería o, peor aún, al acuerdo de intereses a espaldas de la ciudadanía?, ¿Qué no es mandato constitucional que los poderes públicos administren y dispongan del presupuesto como instrumento de desarrollo nacional?
2. En la supuesta omisión del gobernador, ¿DE QUÉ NOS SIRVIERON a los bajacalifornianos la decena de legisladores federales priístas que dicen representarnos, incluyendo a Fernando Castro Trenti, su hoy candidato a gobernador? Si la omisión fue porque el gobernador actual es panista, muy malo para los bajacalifornianos, si la omisión fue porque no se dieron cuenta, peor aún para los bajacalifornianos, ¿POR QUÉ NO DEFENDIERON LOS LEGISLADORES PRIISTAS A LOS NIÑOS Y JOVENES DE BAJA CALIFORNIA?
3. Dice Beltrones en sus declaraciones que por eso "nos conviene" que gane Castro Trenti, para resolver esta situación. CONSIDERAMOS ESTO DIPUTADO BELTRONES, COMO UNA AMENAZA Y UN CHANTAJE PARTIDISTA A LOS BAJACALIFORNIANOS, PORQUE COMO ESTAMOS SEGUROS QUE EL PAN GANARÁ LAS ELECCIONES, ¿SIGNIFICA ENTONCES QUE LOS NIÑOS Y JOVENES DE NUESTRO ESTADO TENDRÁN EN SU GRUPO PARLAMENTARIO Y EN EL PRI A UN ENEMIGO A LA HORA DE LA DEFINICION DEL PRESUPUESTO NACIONAL?
En síntesis, me parece insostenible la falta de responsabilidad y el “lavado de manos” que los priístas de Baja California pretenden darse ante un problema concreto que tenemos en el estado, por decisiones del gobierno federal priísta de Enrique Peña Nieto. El ejercicio del poder público tiene costos y es muestra de ética y responsabilidad asumirlos ante la sociedad. Los legisladores priístas de Baja California, reconociendo la responsabilidad de su partido en esta medida, deben aliarse con la juventud del estado y sumarse a la búsqueda rápida que encabeza el gobernador Osuna Millán de una solución a este problema.
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