La compañía Odyssey Marine Exploration y su filial en nuestro país Exploraciones Oceánicas anunciaron su intención de demandar al Gobierno de México por un monto de tres mil 540 millones de dólares, como pago de indemnización por la reiterada negativa de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), de autorizar la Manifestación de Impacto Ambiental para su proyecto de minería submarina en el Golfo de Ulloa, Baja California Sur, bautizado como "Don Diego".
De acuerdo con la firma dedicada originalmente al rescate de tesoros en barcos hundidos, la Secretaría de Economía (SE), ya recibió la notificación formal sobre su intención de presentar una reclamación contra México en virtud del Capítulo XI del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), luego de que no se le permitió explotar su concesión otorgada en 2012, para extraer 350 millones de toneladas de arena fosfática del fondo marino, en un período de 50 años, con el fin de abastecer a la industria agrícola de materia prima para fabricar fertilizantes.
"Exploraciones Oceánicas pasó seis años trabajando con diligencia y con los más altos estándares científicos para demostrar que la concesión se puede desarrollar de una manera ambientalmente responsable, sin causar efectos negativos a largo plazo, ni siquiera a corto plazo, en el ambiente marino local. A pesar de esto, la ingerencia política por parte del entonces secretario de Medio Ambiente, Rafael Pacchiano, llevó a una primera negativa en abril de 2016", recordó.
Posteriormente, Odyssey Marine Exploration apeló la decisión ante el Tribunal de Justicia Administrativa y en marzo de 2018, el voto unánime de los magistrados confirmó que la determinación inicial de Semarnat "no se ajustaba a la ley mexicana, ya que no tomaba en cuenta las circunstancias reales del proyecto y las amplias medidas de mitigación ambiental que había propuesto".
"El Tribunal envió el asunto a la Semarnat para que tomara una decisión adecuada en cumplimiento de sus obligaciones legales. Desafortunadamente, en octubre de 2018, Semarnat emitió una segunda negativa que descaradamente ignora la orden del Tribunal. Esta segunda negativa tiene motivos políticos más que científicos; El entonces secretario, Rafael Pacchiano, anunció públicamente su intención de diseñar una negativa", acusó.
La compañía que cotiza en la Bolsa de Nueva York dijo que tiene plena confianza en los méritos ambientales y económicos de su proyecto en México, por lo que iniciará un período de consultas con el gobierno de nuestro país para buscar resolver "amigablemente" la controversia.
"Convencida de los enormes beneficios que este proyecto de desarrollo de fosfato traerá a México, Odyssey tiene la intención de trabajar de manera diligente y de buena fe con la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador para lograr una resolución equitativa a la disputa", indicó.
En su momento, la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) argumentó que el proyecto “Dragado de arenas fosfáticas negras en el yacimiento Don Diego", generaría impactos ambientales graves, sinérgicos y acumulativos sobre la fauna y el hábitat de especies que se encuentran en peligro de extinción.
"Entre las especies que serían seriamente afectadas por Don Diego se encuentran especies de ballenas (ballena gris, ballena jorobada y cachalote), tres especies de delfines (delfín tornillo, delfín listado, delfín de riso), la orca, el lobo marino de California, nueve especies de aves y cuatro especies de tortugas marinas, entre ellas la tortuga amarilla (Caretta caretta) que tiene su desove, nacimiento y su etapa juvenil en las costas de Japón, viajando posteriormente miles de kilómetros para vivir su vida adulta en el Golfo de Ulloa, México”, subrayó.
La Semarnat agregó que el proyecto Don Diego hubiera ocasionado además la afectación de otros cientos de especies desde moluscos e invertebrados, hasta peces, aves y mamíferos marinos.
(Ernesto Méndez)
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