La certificación negativa emitida en septiembre de 2023 contra México por el Gobierno de Estados Unidos, debido a la muerte masiva de tortugas caguama en el Golfo de Ulloa, Baja California Sur, surtirá efecto a partir del próximo 10 de octubre, luego de que la División de Pesca de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de EU (NOAA Fisheries, por sus siglas en inglés), anunció un nuevo cierre de puertos para barcos con bandera mexicana.
En una comunicado oficial, la NOAA Fisheries informó el pasado martes 10 de septiembre, que todas las embarcaciones de nuestro país involucradas en la pesca con redes de enmalle en el Golfo de Ulloa, perderán sus privilegios portuarios en Estados Unidos, incluido el reabastecimiento de combustible o suministros, excepto en casos de emergencia, cuando la seguridad, salud y bienestar de la tripulación estén de por medio.
Estas nuevas sanciones comerciales se suman a las ya existentes desde el 7 de febrero de 2022, cuando las autoridades estadounidenses prohibieron el acceso a sus puertos a barcos nacionales que realizan actividades en el Golfo de México, por la incursión ilegal de embarcaciones menores de Playa Bagdad, Tamaulipas a aguas territoriales de Texas, para capturar pargo rojo, lo que ocasiona la muerte de tortugas marinas al quedar atrapadas en las redes de enmalle, sin que el gobierno mexicano haga algo para impedirlo o castigarlo.
La más reciente certificación negativa de la NOAA Fisheries envíada al Congreso de Estados Unidos el 1 de septiembre de 2023, se debe a la falta de un programa regulatorio en México, que sea equiparable con las acciones que realiza nuestro socio comercial para reducir o eliminar la captura incidental de especies marinas protegidas, en este caso las tortugas caguama en Baja California Sur.
Renata Terrazas, directora ejecutiva de Oceana México, lamentó el cierre de puertos en Estados Unidos debido a la pesca ilegal, "que es uno de los problemas más graves que afectan a las comunidades costeras y a los ecosistemas marinos de nuestro país".
Indicó que esta situación se debe abordar de manera prioritaria por el próximo gobierno, con el fin de garantizar el cumplimiento de los acuerdos internacionales en materia de pesca y eliminar actividades ilegales dentro de nuestro territorio.
Cortina de humo
Cabe recordar que tras las protestas de pescadores ribereños del Golfo de Ulloa, Baja California Sur, el Gobierno de México a través de la Secretaría de Marina (SEMAR), decidió dar marcha atrás a un convenio de colaboración que tenía con la organización internacional Sea Shepherd, para patrullar y retirar redes de pesca ilegales en la región, con el fin de evitar la mortandad masiva de tortuga caguama.
El acuerdo firmado el 24 de enero de 2024 en poder de Excélsior establece a la letra: "Realizar barridos aleatorios, con equipos electrónicos, sobre el fondo marino de la zona de refugio pesquero, con el objeto de identificar la presencia de posibles redes atrapadas. Efectuar patrullajes, en coordinación con personal del Sector Naval de Puerto Cortés (NAVCORT), para la detección y remoción de redes prohibidas y/o fantasma.
Emplear drones u otros medios electrónicos para ampliar la cobertura del monitoreo en la zona de refugio pesquero. Compartir con SEMAR información que sea de utilidad para mitigar las capturas incidentales de la tortuga amarilla", entre otras acciones.
En su lugar, la SEMAR designó el buque de investigación “SAYULITA”, "para evaluar condiciones oceanográficas, físicas, químicas y biológicas del Golfo de Ulloa; analizar cambios y condiciones del hábitat de la tortuga caguama, así como recopilar información del estado de salud de esta especie en peligro de extinción".
Alejandro Olivera, representante en México del Centro para la Diversidad Biológica, opinó que las investigaciones que se realizan actualmente en el Golfo de Ulloa son una "cortina de humo, ya que administraciones federales han ido y venido, así como estudios que cuestan millones de pesos a las arcas públicas, y las autoridades siempre terminan diciendo que los resultados no son concluyentes".
"Lo cierto es que las tortugas caguama siguen muriendo por miles en Baja California Sur, sin que se hagan cumplir las regulaciones establecidas desde 2016, cuando se creó un supuesto refugio pesquero en el Golfo de Ulloa, para proteger a esta especie en peligro de extinción y evitar sanciones comerciales por parte de Estados Unidos.
Por cierto, la Zona de Refugio Pesquero, que a la fecha es letra muerta, contemplaba un programa de observadores a bordo con grabación de video en las embarcaciones, que fue suspendido desde 2018 por falta de presupuesto", lamentó.
Según datos recabados gracias a la Ley de Transparencia, en los últimos seis años, tres mil ejemplares de tortuga caguama han muerto en la región, por su interacción con las redes de pesca, y causas vinculadas a la presencia súbita de bajas temperaturas en el agua del mar (surgencias), de acuerdo a un Expediente de Hechos (investigación a fondo), realizada por la Comisión para la Cooperación Ambiental (CCA), órgano creado al amparo del T-MEC.
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