Un empate sin goles en tiempo regular, pero con muchas emociones en un partido que se definió en tanda de penales con un triunfo del América sobre Tigres 6-5, para consagrarse como como el Campeón de Campeones.
La primera mitad tuvo destellos tanto en lo individual como en lo colectivo. Ambos equipos intentaron agredir mucho más por los costados, y el América es el que terminó generando mayor peligro, sobre todo en la recta final del primer tiempo.
Hubo intensidad en los choques individuales. Sebastián Córdova volvió loco al francés Gignac, que evidenció su impotencia en dos ocasiones de uno a uno con el juvenil. El galo atropelló a su rival, ocasionando el enojo del plantel azulcrema.
A pesar de la carencia de anotaciones durante la primera parte, el compromiso no fue soporífero. Por poco las ‘Águilas’ abrían el marcador con sendos disparos de Jorge Sánchez de cabeza al 34’, y Henry Martín con pierna derecha, ante del descanso.
Conforme avanzaron los minutos el partido obtuvo más emociones. Los espacios se abrieron y de milagro no cayó un gol apenas inició el segundo tiempo. Bruno Valdez por poco anota en propia meta tras un tiro de esquina de Tigres, y al 56’, Nahuel Guzmán se lució con una estirada de postal, para evitar la caída de su marco.
A pesar de ser pretemporada, nadie se guardó nada, incluyendo a la afición. En la cancha emergieron las faltas temerarias, mientras las gradas, a minutos del final, escupieron humo amarillo que invadió el terreno de juego y obligó a detener el futbol por un par de minutos.
Tuvo que llegar la emoción de los penales. El primero en errar de Rafa de Souza, pero Bruno Valdez volvió a darle vida a los regios. En la muerte súbita llovieron las fallas: Hugo Ayala, Paul Aguilar, Guido Pizarro y Córdova se negaron al título. El héroe fue el guardameta Marchesín quien, luego de que Aquino volara su intento, aprovechó la oportunidad para darle a los capitalinos su primer Campeón de Campeones desde el 2005.
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