La estrategia que Conapesca anunció que entregaría al Departamento de Estado y la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) de Estados Unidos para poder seguir exportando camarón mexicano de la pesca ribereña ante el embargo decretado el pasado 30 de abril, no son más que las regulaciones con las que ya contaba el sector para el registro de capturas en aguas nacionales.
En respuesta a una solicitud de información presentada por Excélsior, la Comisión Nacional de Acuacultura y Pesca (Conapesca), reveló que entregó a las autoridades estadounidenses "documentación y normativa vigente en el país qu7e distingue muy bien el origen, por ejemplo, avisos de arribo, guías y permisos, lo que involucra a productores, cooperativas y comercializadoras".
De esta forma, se puede establecer que México no elaboró ningún instrumento novedoso de trazabilidad para poder identificar entre el camarón capturado de forma artesanal al que se pesca con redes de arrastre por parte de la flota de altura, que son los barcos de gran calado que desde 2019 fueron señalados de manera recurrente por los inspectores de EU de no utilizar de manera adecuada los Dispositivos Excluidores de Tortugas mejor conocidos como DET's, sin que hubiera una reacción de su contraparte en nuestro país, hasta que llegó la sanción el pasado 30 de abril.
De acuerdo con la propia Conapesca, México tenía que presentar antes del 1 de junio una estrategia que permitiera identificar la producción de camarón por su origen para tener acceso al mercado norteamericano, en tanto se realizaban las acciones pertinentes de capacitación y puesta en operación de los DET's en los barcos, con el fin de recuperar la certificación de Estados Unidos, una vez que inicie la temporada de pesca en el mes de septiembre.
Pero debido a que el gobierno estadounidense no ha dicho nada sobre las medidas planteadas por nuestro país, la autoridad mexicana considera que se puede seguir enviando camarón de pesca ribereña, "hasta aprobar el método de diferenciación de origen", aunque, adelanta, que el cierre total de fronteras en este momento no afectaría al sector.
"Es importante resaltar que prácticamente el volumen de camarón disponible ha sido exportado ya, por lo que ahora lo importante es afianzar las acciones para recuperar la certificación en los siguientes meses, previo a la próxima temporada de captura", manifestó.
Lavado de camarón
En la práctica, la regulación para el registro de capturas en aguas nacionales, no es muy confiable en México, y un ejemplo claro es lo que ocurre en el Alto Golfo de California, hábitat de la vaquita marina, donde se sigue pescando camarón con redes de enmalle prohibidas, aún cuando oficialmente queda asentado en los avisos de arribo y las guías que se utilizó la red RS-INP-MX, mejor conocida como "Chango Ecológico", tal como establecen los permisos de pesca vigentes.
La realidad es que en San Felipe, Baja California y el Golfo de Santa Clara, Sonora, prácticamente nadie tiene la Red de Arrastre Prototipo para Captura Selectiva y Eficiente de Camarón Costero (RS-INP-MX), con la que alguna vez se experimentó con malos resultados, ya que a decir de líderes de cooperativas, las capturas caen hasta 40 por ciento.
Prueba de que no se utiliza el "Chango Ecológico" es que en la temporada de camarón 2019-2020, San Felipe arribó a las oficinas de Conapesca 196 toneladas de camarón y en la temporada 2020-2021, rompió récord con más del doble, para un total de 400 toneladas, lo que sería imposible con la red alternativa.
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