En el primer minuto de este lunes 30 de enero, se bajó el interruptor del Big Brother de la Comisión Nacional de Acuacultura y Pesca (Conapesca), la herramienta tecnológica más importante instalada en sus oficinas centrales ubicadas en Mazatlán, Sinaloa, que servía para la inspección y vigilancia remota de la flota de altura y embarcaciones menores, con el fin de que se respetaran las vedas y las zonas prohibidas.
Los ojos y oídos de la Conapesca en el mar se apagaron después de 18 años, lo que deja sin protección contra la pesca ilegal y las incursiones de piratas modernos, a los más de 11 mil 100 kilómetros de litorales en México, además de que pone en riesgo la vida de los tripulantes de dos mil 56 barcos y 164 pangas, al quedar inservibles los trasmisores satelitales que tenían y las alertas de pánico que podían activar en caso de hundimientos, ataques o enfermos a bordo.
El apagón del Sistema de Localización y Monitoreo Satelital de Embarcaciones Pesqueras (SISMEP), pudo ser corroborado por Excélsior al intentar ingresar al sitio en línea: https://www.sismep.astrum.com.mx, y aparecer la leyenda: "El navegador no puede conectarse al servidor".
Por primera vez desde 2004, el SISMEP dejó de funcionar después de una licitación pública impugnada por realizarse "a modo", ante el Órgano Interno de Control de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (SADER), dependiente de la Secretaría de la Función Pública (SFP).
Según las bases del concurso con número LA-008I00002-E61-2022, la empresa que resultó ganadora, Seguritech Privada, tiene hasta el 30 de marzo para echar a andar sus equipos de rastreo satelital, que nunca fueron probados, ni validados técnicamente, en apenas 300 barcos.
De esta forma, Conapesca permanecerá a ciegas en su centro de mando por lo menos durante 60 días, y cuando recupere parte del SISMEP, sólo podrá observar las maniobras que realice el 14.56 por ciento de la flota de altura, ya que será hasta el mes de julio cuando los localizadores satelitales queden instalados en 720 barcos (35.01 por ciento), cifra que irá creciendo poco a poco hasta llegar a un máximo de mil 800 embarcaciones pesqueras (87.54 por ciento).
De acuerdo con la "instancia de inconformidad", presentada con base en la Ley de Adquisiciones, Arrendamientos y Servicios del Sector Público, por la empresa que brindó el servicio durante todos estos años, Astrum Satelital y una competidora, Interconecta S.A. de C.V., la Conapesca realizó una licitación pública "amañada" para beneficiar a Seguritech Privada.
Los argumentos de las firmas inconformes, establece que la ganadora no tiene experiencia en la materia, y extrañamente es la única que cumple con las "certificaciones" en dirección de proyectos, que se impusieron para el personal, que en nada abonan al trabajo que se requiere, además de que fue la empresa que cotizó el servicio más caro en 128.8 millones de pesos por 24 meses.
Rigoberto García Soto, abogado experto en el sector pesquero, advirtió que a todas luces hay una licitación pública dirigida para beneficiar a un competidor, dedicado a proveer guardias de seguridad y registros biométricos, con condicionantes para los trabajadores que deben contar con certificados muy específicos como el "ITIL Foundation Certificate in IT Service Management", que nada tiene que ver con el monitoreo satelital.
"Cuando se pide un requisito que no aporta valor al servicio que se contrata, ahí es donde vas a encontrar normalmente las condiciones o el truco para evitar la competencia en una licitación", explicó.
Rigoberto García Soto destacó que esta situación es muy delicada, porque por primera vez desde 2004, "vamos a estar por lo menos 60 días sin saber dónde están los barcos, sin poder ayudar a las tripulaciones en caso de emergencia, pero además, al leer las bases y los contratos, resulta que van a empezar monitoreando nada más 300 barcos y la flota pesquera mayor de México es de más de dos mil embarcaciones, entonces, ¿Qué va a pasar con ese hoyo negro?".
El especialista en materia administrativa del sector pesquero agregó que la situación cobra mayor relevancia ante los señalamientos de Estados Unidos y la comunidad internacional por las incursiones por parte de pescadores furtivos de playa Bagdad, Tamaulipas a aguas de Texas para capturar huachinango; la pesca ilegal en el Golfo de Ulloa, Baja California Sur, que provoca un alta mortandad de tortuga caguama, así como el uso de redes prohibidas en el Alto Golfo de California, que tiene al borde de la extinción a la vaquita marina.
"Y ahora esta situación, que de un día a otro nos quedamos por lo menos dos meses sin rastrear los barcos, y esto se vuelve sumamente preocupante", alertó.
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