A golpes, una caravana migrante de aproximadamente mil personas fue detenida por la Guardia Nacional en su tercer intento por ingresar a México, a ocho kilómetros de Ciudad Hidalgo, comunidad fronteriza con Guatemala.
Tomadas de los brazos para formar una barrera, los integrantes de la caravana pedían que sus papeles fueran arreglados para poder ingresar sin violencia al país.
José Luis Morales, de origen salvadoreño, solicitaba que no se les subiera a los autobuses del Instituto Nacional de Migración (INM) porque de ahí “ya no bajaban”.