En calidad de víctima, la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), en colaboración con la Fiscalía General de la República (FGR), logró la vinculación a proceso de una persona de una empresa exportadora --por el delito contra la Biodiversidad-- que intentó transportar más de 10 toneladas de aleta seca de tiburón de manera irregular.
A finales de mayo de 2019, el imputado intentó sacar del país las aletas secas de tiburón -facturadas con un valor de 208 mil dólares- con destino a Filipinas.
A solicitud de la Aduana de Manzanillo, personal de Profepa identificó 10.4 toneladas de aletas secas de tiburón, entre las que se localizaron 456.5 kilos de la especie “Sedoso” Carcharinus falciformis y dos mil 200.5 kilogramos del género Alopias “Zorro”y la especie Rhizoprionodon longurio, conocido como Cazón Picudo del Pacífico”.
Las dos primeras especies están listadas en el Apéndice II de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES)
En la audiencia inicial realizada el 6 de enero pasado en el Centro de Justicia Penal de Colima, el juez dictó como medidas cautelares la presentación mensual del imputado al juzgado y una garantía de 20 mil pesos.
Por su parte, la FGR propuso un término de tres meses para la investigación complementaria del proceso -aceptado por el juzgador-, que concluye el próximo 6 de abril.
La transgresión cometida por esta persona está prevista y sancionada por el Código Penal Federal, con una pena de uno a nueve años de cárcel y una agravante con pena adicional hasta de tres años más de prisión y hasta mil días multa adicionales, cuando las conductas descritas se realicen en un área natural protegida, o cuando se realice con fines comerciales.
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