A pesar de la disminución del tráfico vehicular por la cuarentena, continúa la emisión de contaminantes a la atmósfera de fuentes fijas como la Termoeléctrica de Tula, lo que vuelve más vulnerable a la población de la Zona Metropolitana del Valle de México al Covid-19, advirtieron especialistas.
En videoconferencia, Horacio Riojas, investigador del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP), citó estudios científicos realizados en Estados Unidos, China e Italia que vinculan la presencia del virus y la gravedad de la enfermedad con la generación, sobre todo, de partículas suspendidas.
“Porque básicamente la exposición crónica a partículas daña el sistema inmunológico y genera una respuesta más pobre ante agresiones como este virus nuevo, entonces hay suficientes elementos como para pensar que la enfermedad podría agravarse en presencia de la contaminación atmosférica”, explicó.
Por su parte, Gabriel Quadri, integrante de la consultora Sistemas Integrales de Gestión Ambiental (SIGEA), alertó sobre los daños a la salud de la Termoeléctrica de Tula, que trabaja con combustóleo, y que es la principal fuente generadora de partículas PM 2.5 en el Valle de México.
“El impacto a la salud de la termoeléctrica de Tula se puede valorar en términos de muertes prematuras, y se estima que se le pueden atribuir poco más de 14 mil muertes prematuras anuales”, detalló.
A su vez, Adrián Fernández, director ejecutivo de Iniciativa Climática de México señaló que una vez pasada la emergencia sanitaria se debe dar una discusión seria para reconvertir la Termoeléctrica de Tula a gas natural, porque no hay “soluciones mágicas en el problema de la contaminación atmosférica.
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