La Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) entregada a la Semarnat del proyecto del Tren Maya en su primera fase abarca la ruta de Palenque, Chiapas a Izamal, Yucatán, que incluye los tramos 1, 2 y 3, con una extensión de 631.25 kilómetros y 13 estaciones ferroviarias.
La versión pública del documento de mil 971 páginas, propone la adopción de un sistema de tracción diésel, por ser el combustible que resulta económicamente más eficiente en la mayor parte del trazado, con una velocidad máxima de 160 kilómetros por hora para pasajeros y 100 kilómetros por hora para carga.
“Aunque no es descartable analizar, más adelante, cómo sería la implementación de un sistema de tracción mixto para los tramos de mayor demanda (Cancún-Tulúm, Mérida-Tulúm e incluso para el Tulúm-Bacalar)… razón por la que la infraestructura deberá estar preparada para una futura electrificación”, establece.
La MIA presentada por Fonatur reconoce la existencia de 315 especies de animales, que son endémicos y bajo alguna categoría de riesgo dentro de la Norma Oficial Mexicana 059: 204 aves, 49 mamíferos, 42 reptiles, 13 anfibios y 7 peces.
En peligro de extinción se encuentran el ocelote, tigrillo, mono aullador, loro cabeza amarilla y el jaguar, “especie de gran valor espiritual por su significado dentro de la cosmovisión prehispánica Maya”.
Para lograr la subsistencia de los animales se contempla la construcción de 40 pasos de fauna inferiores y aéreos para grandes mamíferos, pequeños vertebrados, mamíferos arborícolas y anfibios, lo que “permitiría minimizar la segmentación de los ecosistemas, incrementar la permeabilidad y la conectividad del hábitat y reducir las colisiones con los animales silvestres”.
“Aunque el primer paso será realizar labores de ahuyentamiento; en el caso de fauna terrestre se utilizarán trampas”, con el fin de reubicarlos posteriormente.
La superficie total con vegetación de importancia forestal, que será removida por el cambio de uso de suelo es de 606.04 hectáreas, donde hasta hoy existen 11 mil 94 ejemplares de flora, entre ellas, cinco especies protegidas por la legislación mexicana.
De acuerdo con los tiempos establecidos por la Semarnat, las comunidades locales o integrantes de la sociedad civil interesada, tendrán a partir de hoy 10 días para solicitar la consulta y reunión pública de información, para recibir detalles del proyecto y hacer comentarios técnicos-científicos de la obra.
Primeras reacciones
Alejandro Olivera, representante en México del Centro para la Diversidad Biológica advirtió que Fonatur sólo está presentando la evaluación del impacto ambiental del 42 por ciento del proyecto, es decir, 631 kilómetros de los mil 500 kilómetros que contempla la construcción.
Explicó que de esta forma, no es posible que la Semarnat pueda analizar los impactos acumulativos y sinérgicos de la totalidad del Tren Maya.
“Sólo es un tramo de Yucatán a Chiapas. Esto es como construir un fraccionamiento y evaluar individualmente el impacto de cada manzana. Con ello es claro que la evaluación será de forma fragmentada y parcial del sistema ambiental regional de la península de Yucatán”, manifestó.
Alertó que el Tren Maya fragmentará el hábitat del jaguar, especie en peligro de extinción, de la que únicamente quedan mil 600 ejemplares adultos en la región.
“El proyecto contempla 40 pasos de fauna de 15 metros de ancho para el felino, que además de ser pocos, son muy angostos, ya que estudios sobre la conectividad del paisaje en la región Puuc-Chenes, con base en los requerimientos de hábitat del jaguar, establecen que los corredores biológicos naturales para esta especie son de al menos 200 metros de ancho”, indicó.
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