El Sistema Cutzamala concluye un año catastrófico afectado por la sequía, con un almacenamiento de apenas 41.39 por ciento, equivalente a 323.92 millones de metros cúbicos de agua, el peor de la historia para un mes de diciembre, y ahora todas las esperanzas están puestas en Tláloc, el Dios de la Lluvia.
De acuerdo con cálculos de la propia Comisión Nacional del Agua (Conagua), este recurso disponible sólo alcanzará para dotar del suministro al Valle de México hasta el 26 de agosto de 2024, y después dependerá de las precipitaciones para que el Sistema Cutzamala pueda seguir operando.
La fecha fatal se amplió gracias a que el envío de agua se redujo en noviembre de 12.2 metros cúbicos por segundo a 9.2 metros cúbicos por segundo, ya que de continuar con la extracción de 13.2 metros cúbicos por segundo, que teníamos hasta el 17 de octubre, el colapso se hubiera presentado el 3 de marzo de 2024.
Con los datos más recientes del Organismo de Cuenca Aguas del Valle de México (OCAVM), la Presa El Bosque cuenta con 61.07 por ciento de llenado, la Presa Villa Victoria 30.55 por ciento y la Presa Valle de Bravo 36.40 por ciento.
Según el reporte del OCAVM, en la última semana, la entrega de agua fue de 9.53 metros cúbicos por segundo al Sistema de Aguas de la Ciudad de México (SACMEX), y la Comisión del Agua del Estado de México (CAEM), es decir, cifra por arriba de los 9.2 metros cúbicos por segundo acordados, con los respectivos riesgos que esto implica para el Sistema Cutzamala.
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