Organizaciones de la sociedad civil y la comunidad indígena de Homún, Yucatán lanzaron un llamado a la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), para que en el caso que atrajo en agosto de 2019 de la instalación de una mega granja porcícola en la reserva de agua dulce más importante de México: "Anillo de los Cenotes", aplique el principio precautorio y haga valer el derecho que tienen los pueblos originarios a vivir en un medio ambiente sano y decidir sobre su territorio.
Lourdes Medina, abogada de Indignación, Promoción y Defensa de los Derechos Humanos A.C., explicó que los ministros tienen en sus manos avalar o no la suspensión provisional otorgada por un Juzgado Cuarto de Distrito a un colectivo de niñas y niños de Homún, para detener la operación de este proyecto de la empresa Producción Alimentaria Porcícola (PAPO), que contempla la explotación de 49 mil cerdos, en tanto se revisa a fondo el asunto.
Detalló que en ninguno de los permisos otorgados por la Secretaría de Desarrollo Sustentable de Yucatán, hubo consulta indígena previa e informada, como lo establece el convenio 69 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), en un proceso que inició en 2013.
"Tiene la corte una oportunidad histórica para mostrarse como un tribunal progresista y que protege no solamente el derecho a un medio ambiente sano, sino que reconoce a los pueblos indígenas, al pueblo indígena maya de Homún, como un sujeto de derechos, que tiene todo el derecho de proteger sus recursos naturales y derecho a decidir sobre su territorio", indicó.
Doroteo Hau, habitante de Homún señaló que la comunidad está muy preocupada debido a que la mega granja se construyó en la zona de recarga de Yucatán, que resguarda las dos terceras partes del agua renovable de todo el país, y donde los cenotes son aprovechados por los pueblos para impulsar el turismo sustentable.
Recordó que su población se encuentra en una región rodeada por el "Anillo de los Cenotes" y la "Laguna de Yalahau", ambas áreas naturales protegidas de carácter estatal y humedales de importancia internacional Ramsar.
"Ahorita estamos viviendo gracias al turismo, estamos cambiando todo lo que era la zona henequenera, gracias a Dios tenemos la bendición de los cenotes, pero también estamos luchando por el agua", manifestó.
Por su parte, Viridiana Lázaro, coordinadora de la campaña de Alimentación Saludable de Greenpeace México advirtió sobre los riesgos de contaminación del agua por los desechos de los cerdos, debido a que la región es muy vulnerable por su estructura geológica porosa con suelos kársticos, donde los compuestos se infiltran muy fácilmente hacia el manto freático.
"Los cerdos no procesan el 100 por ciento del nitrógeno que se les da en el alimento, sólo procesan del 45 al 60 por ciento, por ende lo demás lo excretan y la falta de manejo de los residuos, es altamente contaminante para los cuerpos receptores, principalmente agua, aire y suelo", indicó.
La activista agregó que los nitratos que se van a las aguas subterráneas, representan un peligro para la salud, ya que pueden producir compuestos llamados nitrosaminas que son cancerígenos para el estomago y ocasiona problemas respiratorios.
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