La inflación por los cielos

Autor: 
Ángel Pérez Sánchez

Puro Cuento

Una vez más escribimos acerca del alza en los precios que se presenta en los mercados sobre ruedas y de autoservicio, luego de que el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), dio a conocer su reporte de octubre pasado, en el que comprobamos que la inflación va para arriba, es decir tendremos menos dinero para adquirir productos de primera necesidad.

No se necesita ser especialista, economista o maestro en finanzas para saber que la economía de los mexicanos, principalmente los de menos recursos económicos, atraviesan por una situación muy difícil debido a que, por la pandemia, les redujeron su salario y en otros casos quedaron sin empleo.

En su reporte, el IINEGI informó que en octubre de 2021 el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) registró un alza de 0.84 por ciento, respecto al mes inmediato anterior.

Con este resultado la inflación general anual se ubicó en 6.24 por ciento, en el mismo mes de 2020 la inflación fue de 0.61 por ciento mensual y de 4.09 por ciento anual.

Oficialmente, diríamos, el INEGI reconoce que aumentaron los costos de productos como: electricidad, Gas LP, cebolla, huevo, tomate verde, carne de res, nopales, principalmente.

Pero las amas de casa saben que en las tiendas de la colonia, en los autoservicios o en los mercados otros productos elevaron sus costos, por ejemplo: aceite comestible (hasta 100 por ciento); tortilla (de 12 a 20 pesos por kilo), frijol (50 por ciento); arroz (50 por ciento), jabones (30 por ciento), entre otros. 

El mercado se comporta de diferente forma de como lo expresan los datos oficiales. Por ejemplo, si el gas o la electricidad aumentan en un mes y al siguiente bajan, en los productos ese costo ya no se reduce: se mantiene.

Y si al siguiente mes, refleja otro aumento, también sube, pero no disminuye. Ese efecto lo viven cotidianamente las amas de casa, que ya no saben qué hacer para “estirar” el gasto diario, con un salario mínimo de 141.70 que se obtiene al día.

Mientras eso sucede entre la clase popular, y en algunos casos, entre los “aspiracionistas” y “malagradecidos” de la clase media, nuestros gobernantes están más preocupados en las bodas suntuosas en Guatemala, o en la próxima candidatura a la Presidencia de la República.

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Este contenido representa la opinión del autor y no necesariamente la de Algo que Informar 

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