La Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (SADER), concluyó el operativo de emergencia para determinar la causa de muerte de aves marinas en las costas del Pacífico Mexicano y confirmó la ausencia de virus como la Influenza Aviar de Alta Patogenicidad (AH5N1) y la enfermedad de Newcastle.
En un comunicado de prensa, destacó que los resultados de la investigación confirmaron que las aves silvestres murieron por falta de alimento, ya que ante el calentamiento de los mares los peces se van hacia aguas profundas.
Indicó que en el dispositivo de emergencia participaron más de 50 técnicos del Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica), quienes recorrieron 180 puntos de contacto en ocho mil 291 kilómetros en vehículo, 166 kilómetros a pie y 79 kilómetros en lancha, a través de 69 rutas.
"Una vez que los servicios veterinarios descartaron que la causa de la muerte masiva estuviera relacionada con algún patógeno exótico, como del virus de influenza aviar o la enfermedad de Newcastle, el Senasica reiteró el llamado a la población que observe aves muertas en las costas del Pacífico a que se comuniquen con la autoridad municipal para que se lleve a cabo el manejo y disposición sanitaria de los cadáveres, ya sea enterrándolos o cremándolos", señaló.
De acuerdo con la investigación epidemiológica, que incluyó la captura de aves deshidratadas y con bajo peso, así como necropsias realizadas por veterinarios y biólogos especialistas, se considera que los animales murieron de inanición, es decir, de extrema debilidad física provocada por la falta de alimento.
Lo anterior derivado del fenómeno meteorológico de El Niño, que causa un incremento en la temperatura de las aguas del Océano Pacífico y provoca que los peces bajen a la profundidad en busca de aguas más frías, hecho que impide a las aves marinas capturar su alimento.
El Senasica explicó que la especie más afectada es la pardela de dorso gris (Ardenna grisea), también denominada pardela oscura o fardela negra, que es una ave marina que llega a volar entre 500 y 900 kilómetros por día, por lo que requieren de altas cantidades de alimento para sobrevivir y, en este momento, no encuentran en la superficie del mar suficientes peces para cubrir sus necesidades energéticas.
El equipo de trabajo identificó a las aves afectadas en las zonas costeras de los estados de Chiapas, Oaxaca, Guerrero, Michoacán, Jalisco, Colima, Nayarit, Sinaloa, Sonora, Baja California y Baja California Sur; realizó necropsias; inspeccionó a las aves; tomó y envió muestras a los laboratorios oficiales y coordinó la disposición sanitaria de cadáveres.
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