La decisión del Gobierno de México de eliminar los estímulos fiscales a la gasolina ribereña y el diésel marino, causa una seria afectación al sector pesquero y acuícola considerado como estratégico en la seguridad alimentaria y conformado en su gran mayoría por pequeños y medianos productores, advirtió la Cámara Nacional de la Industria Pesquera y Acuícola (Canainpesca).
En un comunicado de prensa, destacó que para el sector, gravemente golpeado por la emergencia sanitaria del Covid-19, el combustible representa hasta el 70 por ciento de las costos de operación de las embarcaciones y granjas acuícolas.
La Canainpesca manifestó que es poco acertado señalar que el estímulo a los combustibles pesqueros, vigentes desde diciembre de 2015, son un costo para el gobierno; “cuando en realidad es un mecanismo fiscal para otorgar a los productores un precio competitivo de los energéticos, generando múltiples beneficios económicos y sociales en la actividad y en el propio sistema hacendario”.
El pasado 29 de mayo, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) publicó en el Diario Oficial de la Federación (DOF), un Acuerdo donde establece que el mecanismo actual de estímulos fiscales a la gasolina ribereña y el diésel pesquero es ineficiente.
“Considerando que los beneficiarios son las unidades económicas, atendiendo a criterios tales como el tamaño de las embarcaciones o las instalaciones de producción, entre otros, por lo que este apoyo no siempre beneficia directamente a los pescadores o acuicultores de menores recursos”, indicó.
De acuerdo a la SHCP, en 2019 el costo de este subsidio fue de mil 852 millones de pesos, de los que 216 millones de pesos correspondieron a la gasolina ribereña y mil 636 millones de pesos al diésel pesquero.
“La situación actual de precios bajos en el mercado del crudo ha generado una reducción en los precios de las gasolinas y el diésel, por lo que se ha reducido el diferencial de precios con los países vecinos”, señala en el DOF.
Al respecto, la Canainpesca aseguró que los precios bajos en el mercado del crudo no han beneficiado a los productores mexicanos.
“Mientras que en México el precio promedio del diésel es de 18.73 pesos/litro, en Estados Unidos (uno de nuestros principales mercados) es de 5.96 pesos/litro y en Ecuador (con quien estamos a punto de firmar un tratado comercial) a 6.07 pesos/litro”, explicó.
Detalló que los estímulos aseguran que operen las embarcaciones y granjas acuícolas generando empleo permanente para los 300 mil pescadores y acuacultores y detonando más de dos millones de empleos indirectos.
Aclaró que los apoyos del BIENPESCA ha sido por años un apoyo complementario, los siete mil 200 pesos anuales, “no cubren las necesidades más elementales de un pescador o acuacultor, como alimentación, salud, educación y bienestar durante el resto del año. A este apoyo deben ser sumados programas y estímulos que den soluciones integrales y permanentes”.
Remató que el combustible es el principal insumo para la actividad pesquera y acuícola y que al ser prácticamente incosteable su adquisición, el sector se verá obligado a parar sus actividades, con repercusiones serias en pérdidas de empleo, suministro de alimentos, derrama económica en los 263 municipios costeros, pagos de impuestos y derechos.
“Pero sobre todo; tendrá un impacto en la paz social de comunidades donde la pesca y la acuacultura son la única opción viable, digna, productiva y legal de sustento para las familias”, alertó.
“Exhortamos a que el gobierno de México genere las condiciones necesarias para reactivar al sector pesquero y acuícola y reducir las asimetrías frente a nuestros competidores comerciales. Solicitamos tener acceso a un precio competitivo del diésel marino y la gasolina ribereña para impulsar nuestra actividad y seguir cumpliendo con la encomienda de llevar alimentos saludables al alcance de todos los mexicanos, generar empleos y bienestar social“, subrayó.
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