La titular de la Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México, Ernestina Godoy, confirmó que se encontraron ojivas de distintos calibres en el techo de uno de los edificios del Colegio de Ciencias y Humanidades (CCH) Oriente, incluidas de nueve milímetros, por lo que existe la posibilidad de que se haya tratado de una bala perdida, la causante de la muerte de Aideé Mendoza Jerónimo.
Informó que el disparo que mató a la estudiante el pasado lunes, corresponde a una ojiva calibre nueve milímetros y que la trayectoria fue de arriba hacia abajo.
Señaló que, tras este resultado y junto con las declaraciones que rindieron el profesor y los alumnos que se encontraban al momento de los hechos, en el sentido de que no se escuchó ningún ruido, que no hubo violencia ni un disparo que ellos oyeran, y que tampoco vieron a nadie disparar, se abren otras líneas de investigación.
Entre ellas, abundó, los peritos en materia de balística deberán determinar a qué distancia y qué velocidad se realizó el disparo y con qué fuerza llegó, entre otros detalles.
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